CÓMO ME HICE PINTORA POPULAR.
Gladys Laporte
En 1996, vivía en Maracay y me dedicaba a hacer tapices con “trapitos”
a mano, con hilo y aguja. Una tarde llegó el señor Mario Abarca Serrano,
curador pictórico y me indicó que le parecía muy linda la artesanía que yo
realizaba, pero que él estaba seguro que si llevaba eso al lienzo y con óleo,
me quedaría más bonito, yo le dije que nunca había pintado y que no sabía como
hacerlo. El me expresó que me atreviera y que lo llamara cuando terminara el
cuadro. Yo para probar compré el bastidor, los pinceles y la pintura y me
dediqué a pintar mi primer cuadro, se llamó: “Fiesta en la Esmeralda ” del estado
Sucre, un lugar donde nunca he estado, sino que me habían hablado de él, así es
que fue totalmente imaginario, me sorprendí, porque me quedó bien bonito, con
muchos colores vivos, en una noche estrellada y con el mar cerca. Llamé al
señor Abarca y me dijo que le gustaba mucho y me compró el cuadro en quince
bolívares, me quedé abismada de que los muñequitos que había hecho tuvieran
algún valor artístico o monetario y entonces me entusiasmé y pinté otros. Uno
era una riña de gallos en un circo de torear y en las barreras estaban personas
con sombreros de todo el mundo, viendo la pelea, no se veía la gente sino los
sombreritos y los gallos cuyas colas eran del color de las banderas de los dos
países en conflicto y lo llamé: Tormenta en el desierto.
Otro fue sobre las vivencias de
los Sucesos de 1989 y del Sacudón, y se veía a Venezuela llevada a rastras por
dos congresantes camaleones y ella lleva agarrados de su manos a dos soldados
hermanos uno de boina roja y otro de casco, armados con fusiles, arriba y a la
izquierda un estudiante encapuchado y armado frente al reloj de la universidad
y la madre lo abraza por la cintura suplicante, más abajo se observan niños
preescolares. Ancianos haciendo cola para que les den la pensión.CNN grabando
al tanque que irrumpió en Miraflores. Los títeres del FMI. La gente saqueando y
subiendo al cerro, los médicos y enfermeras en huelga, gente haciendo cola para
tomar el autobús de la ruta popular, bueno todo un compendio de los
acontecimientos de 1989 y 1992 unidos en un solo cuadro.
El señor Abarca también me compró los dos cuadros y cual sería mi
sorpresa, cuando empecé a recibir invitaciones y catálogos de los diferentes
salones de exposiciones en varias partes del país, donde se exponían mis obras,
en la exposición Colectiva Itinerante “ Los Tejedores de Sueños” Luego he
seguido pintando, me asocié a la Fundación Moreno Reverón de pintores y he
expuesto en Guarenas y otras partes del país, contando ya con sesenta
exposiciones colectivas y cuatro individuales, dos en la Biblioteca Pública
Tito Cardozo en Guarenas, la otra en la Casa de La Cultura de Guarenas, y una
en la Biblioteca de Guatire Don Luis y Misia Virginia, También en La Casa de La
Cultura Cecilio Acosta de Los Teques y en Complejo Cultural Enma Soler.
Cuando La Dirección de Cultura del Municipio Plaza, dictó
unos talleres de pintura, con los profesores Pedro Luna. Edgard Aular y Edgard
Moreno Reverón, me inscribí y traté de aprender pintura, pero lo mismos
profesores me dijeron que lo que yo hacía era muy lindo y original y que me
aconsejaban que siguiera con mi arte popular y así lo he hecho, personalmente
considero que lo que hago es bello, porque lo hago con mis manos y con todo mi
amor, expresando lo que veo con los ojos del alma, tal como los veía mi
admirado Bárbaro Rivas.
Pertenezco a la Fundación Fundamor ,
que reúne a una serie de artistas plásticos que enseñamos a los niños a pintar,
yo también les narro cuentos, porque soy cuenta cuentos y titiritera. También
tengo un grupo de abuelas pintoras a las que estímulo para que hagan pintura
popular y están muy entusiasmadas descubriendo lo que pueden hacer.
He pintado por encargo; a varias personas que me lo
han pedido, copias de mis cuadros, pero no han quedado ni parecidas, porque
cada vez que pinto es algo completamente nuevo. El motivo que más me gusta
pintar son los girasoles y cada uno de los miembros de mi familia posee unos
girasoles pintados por mí. Creo que les gustan porque todos los tienen en sus
salas de recibo. Esto de pintar girasoles es un homenaje al pintor Van Gogh al
que admiro mucho. También me gusta pintar escenas de mi vida familiar, recuerdos de mi infancia.
He seguido pintando y tengo mi casa llena de
pinturas mías de los más diversos motivos: Tengo a Bolívar abrazando a una
linda mujer indígena que representa a Venezuela. El pueblo de Cacuri y sus
indígenas y yo llegando en un avión de la Fuerza Aérea Venezolana. Un caballo
rojo lleno de Margaritas y una paloma blanca sobre su ancas, que me representa,
Salvemos lo que queda, que es la forma de ver a los estados Bolívar y Amazonas
y toda la destrucción que realizan los mineros y la contaminación de nuestro
Padre Río y la creación del Orinoco por nuestro Padre Amalivac.
Las dos hermanitas que son la
portada de mi primer libro de cuentos. Yo viendo a Bárbaro Rivas y pintando
como él. Mi madre bailando flamenco, toda mi familia materna, el matrimonio de
mi prima Lucho. Un ramito de flores en un florero que chorrea agua. Una
caricatura de una madre riendo. La Copacabana y el Ángel de Guarenas en fin son
veinticuatro obras que guardo en mi colección personal y que no las vendo
porque las considero como mis hijas muy amadas. Últimamente pinté: “Los
zapaticos del Niño Jesús de Petare” con su leyenda y me gané una mención
honorífica en el museo de Arte Popular Bárbaro Ribas de Petare. Y actualmente
se encuentra en la red de Arte Popular de Caracas, participando en un
exposición con 26 mujeres más.
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